La televisión canadiense revela que muchos estudiantes recurren a la prostitución para poder pagarse la universidad.
Recientemente la televisión de uno de los países más ricos del mundo, Canadá, ha revelado que muchas estudiantes recurren a convertirse en escorts universitarias para poder pagar sus estudios. La cadena CBC dijo que las estudiantes buscan un amante de mayor edad que les pague la vida estudiantil a cambio de sexo.
Los “sugar daddie” o “sugar mammie” son personas de edad mediana, normalmente casadas, que mantienen a mujeres u hombres jóvenes a cambio de sexo.
Se calcula que unos 130.000 estudiantes publican su perfil en la empresa con sede en Las Vegas (Estados Unidos) Seeking Arrangement donde conocen a su sugar mammie o daddie para seguir sus estudios universitarios ofreciendo sexo. Una joven de 23 años en una entrevista en la televisión manifestó que cada vez que sale con su sugar daddie éste le da 300$. La escort universitaria dijo que esta opción era mucho mejor que trabajar dieciséis horas diarias durante el verano para poder ahorrar.
Uno de los responsables de la web Seeking Arrangement dijo que los “sugar babies” tienen una edad media de 26 años y que los hay que solicitan hasta 10.000$ al mes.
¿Cómo funciona una web así?
En principio, Seeking Arrangement se basa en una relación de acuerdo en la que ambas partes sacan un buen beneficio. La escort universitaria se une a la red y completa su perfil, añadiendo fotografías, descripción de personalidad, etc. El contacto con los clientes se hace vía correo electrónico, al principio gratis, luego se ha de pagar una tarifa.
Escort universitaria: ¿Cómo es salir con ella?
Quizá una de las características más relevantes de tener una cita con una escort universitaria es que no es una persona dedicada a la prostitución como otras profesionales del sexo en Barcelona.
Son chicas en edad de sacarse la carrera universitaria, eso les aporta un grado de educación y cultura que puede hacerlas diferentes a las demás. Por otro lado, suelen ser jóvenes, puede que inmaduras y no muy diestras en la práctica de parafilias como el bondage, el sado, el travestismo, etc.
¿Qué puede aportarnos una cita con una escort universitaria?
Probablemente, mucha frescura y la ingenuidad de una chica que no está totalmente metida en el negocio del sexo.
Al cliente de la prostitución le gusta experimentar cosas nuevas por eso una cita con una escort así puede ser distinta a las demás. Juventud y alegría suelen ser rasgos de estas escorts.
Los horarios que ponen a disposición del cliente son en fin de semana puesto que entre semana se dedican a ir a clase. Normalmente viven solas pues el dinero que ganan les permite disponer de un apartamento para recibir a los clientes.
Nacionalidades hay muchas en entre este tipo de escort dado que en Barcelona hay estudiantes de todas partes del mundo. Normalmente son chicas aunque también hay chicos que optan por esta manera de financiar su carrera. La fórmula es simple, reciben compensación económica a cambio de ofrecer sexo en Barcelona.
La experiencia del cliente
Hablamos en privado con un cliente que estaba interesado en tener una cita con una escort universitaria. Tras realizar su deseo, nos dijo que fue una de las mejores elecciones que había hecho porque este tipo de chica, al no dedicare plenamente al negocio de la prostitución, aporta otro matiz a la cita.
Sexualmente quedó muy satisfecho. Todo empezó cuando la llamó para salir la tarde del sábado. La invitó a dar una vuelta en su coche por los alrededores de Barcelona y la llevó a tomar una copa a una terraza frente al mar. Mantuvieron una conversación interesante puesto que la chica estudiaba Económicas y él se dedicaba a las finanzas. Ella tenía 23 años y había salido con pocos clientes, por eso era un poco inocente y a veces se sentía insegura pero lejos de incomodar al cliente, éste se sintió retado a seducirla y a gustarle, yendo más allá de la simple transacción económica.
Después de una tarde agradable, cenaron en un restaurante, en el que el cliente siguió disfrutando de la compañía de su escort universitaria, después se fueron al bar a tomar otra copa. Él le propuso alquilar una de las mejores habitaciones, ella accedió con una sonrisa algo tímida. Ya en la suite, por primera vez en este tipo de citas, el cliente sintió ganas de besar su boca y acariciar su cuerpo porque quería disfrutarlo y sentirlo antes de desvelar todos los secretos de la chica.
Nos describió cómo le bajó la cremallera del vestido y metió sus manos por debajo de él para tocar sus tetas y su culo, redondeado, suave y perfectamente formado. Escuchó cómo la respiración de ella se aceleraba; le estaba gustando tanto como a él la experiencia, eso lo volvía loco.
Apresuradamente, la escort universitaria empezó a desabrocharle la camisa y empezó a tocarle el pecho con fuerza y ganas de mucho más. Él estaba muy excitado y apretaba sus caderas contra las de la chica, quien enredaba sus dedos en su cabeza y le besaba metiendo su lengua hasta el fondo. Ella le preguntó cómo quería hacerlo a lo que él respondió que se la chupara y que se acostara en la cama con las piernas muy abiertas, a lo que ella accedió con una gota de flujo cayéndole entre los muslos.
El resto fue una corrida magnífica, de alguna manera, especial, diferente a las demás. Le preguntamos qué es lo que hizo la experiencia con la escort universitaria única, a lo que respondió que cuando estaba follando encima de ella algo vio en su mirada como si fuera la primera vez.
Por las confesiones del cliente, hemos podido saber que una experiencia con una escort universitaria tiene algo distinto a las demás, aunque hemos hablado con otros y lo que han subrayado es que follan más salvajemente que muchas prostitutas profesionales. Según palabras textuales: “son putas diferentes”. Será cuestión de probar.