El sexo es un momento de profundo contacto físico y emocional con tu pareja. Es por eso que es tan importante siempre hablarlo con tu compañero o tu compañera, que innovéis y que os vengan nuevas ideas y posturas a la mente. Como es el caso del sexo anal .
El sexo anal es uno de los grandes tabúes del sexo. Son muchas las mujeres que se niegan a hacerlo y consiguen desalentar a sus parejas para no hacerlo, ya que la mayoría considera que es particularmente doloroso.
Pero si todavía no lo has probado y sientes curiosidad, no te dejes engañar por las habladurías: el sexo anal puede ser una experiencia maravillosa, sólo si se le da el enfoque correcto. Sobre todo, en los casos en los que se haya llegado a un alto grado de intimidad con tu pareja, ¿por qué no intentarlo?
Aprovecha la parte emotiva del sexo
En el sexo, especialmente para las mujeres, hay una muy fuerte componente emocional: sólo se consigue tener un buen polvo si nos concienciamos desde el principio del coito de ello. Se trata de una cuestión de participación, de sentimientos y de complicidad.
Los errores populares sobre el sexo anal residen en que es tipo de placer es únicamente masculino. Inconscientemente, llega a significar que en esta ocasión el hombre puede ejercer un control total sobre la mujer. Esta idea se confirma fácilmente si nos fijamos en la forma de aparearse de muchas especies animales, especialmente los genéticamente más cerca de hombre. Pero nada más allá de la verdad, a los hombres les gusta por el simple hecho de que el agujero anal es más estrecho y más duro que el vaginal y, por tanto, da mayor satisfacción física.
Pero para conseguir un éxito total para ambas partes, este tipo de relación debe ser «concedida» por la mujer. Debido a su naturaleza, ligeramente más agresivo que el sexo tradicional, podría ser mal interpretado.
La palabra clave para facilitar la penetración anal es la lubricación, hay varios geles o lubricantes en el mercado que pueden serviros. De esta manera, la penetración será más suave y fluida.
Para facilitar la penetración anal, conviene acceder gradualmente y con mucha sensibilidad. Los sexólogos recomiendan estimular el área de antemano y preparar los músculos conectados gradualmente, tal vez jugando con los dedos. Además, otro factor que puede promover este tipo de relación es la relajación general del tono muscular y la capacidad de encontrar la posición correcta.